¿Quién se queda con la casa después de un divorcio?
¿Qué pasa con la casa después de un divorcio?
La propiedad de la vivienda nunca es competencia de un juez de familia, en la fase de adopción de medidas relacionadas con el divorcio en sí, ya que deberíamos encontrarnos ante una liquidación de sociedad conyugal, en la que sólo se valoraría qué bienes hay y cómo se pueden repartir.
La propiedad no la marca un juez, sino que viene predeterminada por el acto de disposición previo (escritura de compraventa o título de propiedad).
Otra cosa es el uso de la vivienda, el cual el juez sí puede atribuir, por plazo temporal o hasta la mayoría de edad de los hijos (caso del País Vasco), dependiendo de si la custodia acordada es compartida o exclusiva a favor de alguno de los progenitores o bien temporal, por razones de necesidad preferente, caso de que no haya hijos o los haya pero sean mayores de edad.
Inclusive, siempre que haya menores de edad, la atribución del uso puede implicar que el beneficiario del mismo, tenga que abonar a favor del otro, una compensación por la pérdida del uso de la vivienda familiar. Esto implica, si queremos llamarle así, el pago de un alquiler, cuyo importe no afecta al régimen de propiedad ni futura percepción de cantidades por enajenación (no genera derecho de reembolso).